Hace unos cuantos posts, os comenté que suelen decirme que soy una “mujer atípica” pues bien, otro de los rasgos que me clasifican como tal, es que soy futbolera y culé acérrima.
Desde pequeña, en mi casa siempre se ha respirado este ambiente de acontecimiento especial alrededor del Barça. Recuerdo con mucho cariño los partidos de los domingos con mis primos sentados en el suelo comiendo pipas y escamoteando sorbos de cerveza a nuestros padres, los gritos y los abrazos ante cada gol.
Supongo que también influye el hecho de que mi padre nos ha inculcado el barcelonismo subliminalmente desde la más tierna infancia: la vajilla que usamos desde que éramos bebés es blau y grana, el tono de su móvil es el himno del Barça y se conoce los horarios de los telediarios para empalmar la sección de deportes en todas las cadenas… cómo veis no tenía escapatoria posible!
Así que como en todas las grandes citas blaugrana, el día de la final del mundial de clubes, quedé con unos amigos en casa de mi hermano para compartir la tensión, los nervios y la emoción del partido.
Disfruto de la ceremonia de preparar el partido con los aperitivos, las cervezas y la porra de resultados. Creo que es el motivo por el que me gusta tanto el deporte (nota: últimamente más verlo que practicarlo…propósito de enmienda para el 2010)
Eso sí, a pesar de todo mi bagaje personal, el año fulgurante que está haciendo el Barça y los nervios que pasé durante el partido, no tolero el circo que se ha montado con las lágrimas de Guardiola al ganar el mundial de clubes. He leído frases del calibre: “Cuando ves que una persona tan normal y humana se pone a llorar ante un hecho irrepetible es cuando descubres que la vida es mucho más que trabajar y ganar dinero, es un sentimiento de plenitud” … ¡Vamos hombre!
Primero, ¿qué significa calificar a alguien con el adjetivo “humano”? Son las típicas frases sin sentido que se usan por decir algo al estilo de la popular: “es muy amigo de sus amigos”… ¿Alguien me lo explica?
Segundo, parece que acabamos de descubrir el sentimiento de llorar por emoción, alegría o para liberar tensiones. Esto es como con las enfermedades, parece que el cáncer sólo exista cuando lo tiene un famoso y nos da mucha pena verlo en la clínica de Houston…
Me indigna la certeza de que si algo no es mediático no existe… si es con esa condición, no quiero existir nunca.
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