Una de mis pasiones es la cocina y, modestia a parte, se me da bastante bien. Aunque suelo elaborar platos nacionales con gran éxito, según lo que dejan en los platos mis numerosos y dispuestos catadores, estoy empezando a explorar la cocina internacional.
Una de mis preferidas es la oriental y, en uno de mis cumpleaños, mi cuñada me regaló un curso de cocina japonesa. Me lo pasé en grande los tres meses que duró el curso ya que decidí regalarme todas las tardes de los miércoles durante ese trimestre.
Terminaba mi jornada laboral a las 17h en punto y me dirigía en metro hasta la Plaza Catalunya, bajaba paseando tranquilamente por el Portal del Ángel recreándome en todos los puestecitos de artesanía. Callejeaba por el Barrio Gótico hasta desembocar en la Plaça Sant Jaume mientras las voces de los artistas callejeros ponían banda sonora a mi paseo.
Al llegar a las inmediaciones del Pati Llimona (el centro cívico dónde se impartía el curso) entraba en el pub Thales dónde pedía una Coca-Cola (¡como no!) bien fría y disfrutaba de una horita de lectura hasta el inicio del curso… ¡Cómo añoro esas tardes perfectas para mi y mis pensamientos!
En fin, a lo que iba que se me va la pinza divagando y esto no puede ser… Desde que mi hermano se emancipó, también ha descubierto el gusto por la cocina (reflexión: ¿será genético?) y hoy hemos inaugurado las comidas temáticas. Para empezar, ¡¡¡cocina japonesa!!!.
Atención al menú (en la foto):
-Tempura de verduras y pavo
-Gyoza (empanadillas japonesas)
-Yaki Soba (fideos con carne y verduras)
Nos ha quedado pendiente el Sushi para la segunda quedada en Japón, ¿os apuntáis?

Yo me apunto a una degustación de esas. Pero tendré que esperarme un poquito .......
ResponderEliminarCuando quieras!!! ya te he dicho que cualquier día me tienes de visita
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