El espejo de mi Alma

24/10/09

Esos locos bajitos

Me encanta pasar tiempo rodeada de niños. En cierto modo porque, por unos instantes, la infancia vuelve a mi memoria y me hace sonreír pero también debo reconocer que es una excusa para tirarme por los suelos a jugar con la arena o subirme a los columpios como cuando llevaba dos coletas.


Mi primera experiencia con un bebé fue con mi ahijada Luna, recuerdo el momento en que la vi por primera vez como si acabara de suceder ahora mismo… esos mofletes sonrosados, con la piel casi de melocotón y esas manitas diminutas y perfectas… no podía apartar mis ojos de su carita ni un segundo. A partir de ese momento, no he podido estar más de una semana sin pasar tiempo con ella y han pasado ya casi 7 años.


Recientemente, dos de mis amigas también han sido madres y me encanta poder disfrutar de esta nueva etapa de sus vidas. La ventaja es que cuando yo tenga mis propios hijos (sí, quiero ser madre) voy a tener muchas amigas expertas que me ayudaran a quitarme la “L” de madre novata pronto. Incluso contaré con la ayuda inestimable de Luna que lleva tiempo diciendome:


-Airene, ¡yo quiero que tengas un bebé! yo te ayudaré a cuidarlo y a jugar con él pero la caca se la limpias tú, ¿vale?


A lo que no acabo de acostumbrarme es a que crezcan tan deprisa… no lo llevo nada bien, sobretodo cuando llego al parque con mi ahijada y sus compañeros se dirigen a mi con frases como:


-“Señora, ¿me puede pasar la pelota?”- Creo que a este tipo de cosas uno no se acostumbra en la vida…


Este video va dedicado a todos aquellos que ya empezamos a ostentar el flamante título de “Señor/a”, ¡Va por vosotros!






No hay comentarios:

Publicar un comentario