El espejo de mi Alma

7/11/11

La Historia de Grinza Parte V

Como todos los comienzos, la historia de Grinza y el Trobador empezó rodeada de felicidad pero en el interior del Trobador se escondía un alma sombría llena de tanto rencor y frustración que habían vuelto de piedra y hiel su corazón.


Las amigas de Grinza la aconsejaron al respecto pero el Hada no quería creer que su felicidad actual sólo fuera un espejismo así que las ignoró y se volcó aún más en su historia de amor. Debía esforzarse por mantener a Erestor en el olvido…


El Trobador envidiaba la manera de ser de Grinza y por encima de todo esa luz que la envolvía. Los amigos de su amado la acogieron al instante y eso, lejos de alegrarle, hizo despertar el rencor dormido y, casi sin darse cuenta, empezó a envenenar a Grinza.


La familia del Trobador le reprochaba constantemente que no tuviera una profesión noble y eso enfurecía al Trobador que descargaba su ira sobre Grinza. Ella estaba preparada para afrontar la ira de cientos de Dragones pero el Trobador actuaba sutilmente. Con el arte de la palabra la hacía sentir su único apoyo para instantes después menospreciarla con comentarios ponzoñosos.


Así fue como Grinza volvió a perder su luz de nuevo pero está vez fue muy lentamente. Su alegría se fue apagando como se consume una vela y cambió su sonrisa por lágrimas amargas. Sus allegados empezaron a percibir con preocupación como Grinza se iba apagando lentamente por las malas artes del Trobador.


Tan bien tejió su venenosa red que el estado de ánimo de Grinza dependía del Trobador, cada mañana le llamaba asustada esperando sus hirientes palabras que la hacían sentir muy pequeña y le hicieron rememorar sus primeros años en la Escuela. En el fondo de su alma, añoraba enormemente a Erestor y por las noches se dormía empapada en llanto mientras soñaba que el Rey venía a rescatarla del infierno en el que estaba sumida.


Un día los ataques del Trobador fueron tan despiadados que Grinza pasó el día entero llorando amargamente y en ese momento algo se rompió en el interior del Trobador. De repente percibió todo el dolor que le estaba inflingiendo a Grinza sin merecerlo, estaba vertiendo toda su frustración en la única persona que le había amado sin reservas y decidió poner fin al horror.


Una tarde de primavera el Trobador dejó a Grinza con lágrimas en los ojos diciéndole que no podía soportar más ver todo el mal que le estaba haciendo. Grinza, no podía creer lo que estaba oyendo Tenía múltiples sentimientos encontrados, por un lado no podía dejar de preocuparse por el Trobador, que iba a ser de él sin ella…. Pero sin embargo, una pequeña luz aparecía al final del negro túnel, pero Grinza aún no era capaz de verla.


Continuará...



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