El espejo de mi Alma

20/11/09

Ventas dixit


Cada vez tengo más claro que pertenezco a la especie “curritus vulgaris” porque no llevo nada bien esto de reunirse tanto, escribir mails por y para todo y hablar un spanglish repletito de siglas y abreviaturas del estilo “nadie-entiende-lo-que-quieren decir-pero-quedas-de-puta-madre-si-los-usas”


Hoy he participado en una reunión de ventas. Otro de los rasgos característicos de las grandes multinacionales es el reunirse para cualquier nimiedad. Con esto se pierde toda la capacidad de ejecución y se evita implementar, por falta de tiempo material, las decisiones (pocas) que se toman... En fin, hay que reunirse y punto pelota.


Nos han programado en la agenda del “meeting” (mal empezamos) a las 14:45h, nosotras hemos llegado con puntualidad británica para no quedar mal y que el “time keeper” de la reunión no nos riñera pero como, en todas estas juntas, iban con retraso. Mientras tanto, nos han hecho pasar a una sala contigua dónde les habían preparado comida de catering. Por casualidad, hemos echado un ojo maliciosamente cotilla a la cuenta del ágape y nuestra sorpresa ha sido mayúscula al comprobar que dos bandejitas de jabugo, cuatro croquetas y unos minis de tortilla, costaban la friolera de 650€…


Al entrar a la reunión (¡por fin!), el director de Ventas ha hecho su “speech” inicial, no me pidáis que os lo reproduzca pero el final ha sido de traca:


- “Como la crisis aprieta, este año decidimos no celebrar la convención anual de ventas y dejamos de viajar en clase business. Gracias a estas medidas, hemos salvado unos 80 puestos de trabajo si tenemos en cuenta que la media del salario es de 50 mil € anuales”


Ante esto, varias cosas, la convención de ventas es el título formal que camufla los excesos en estos actos. Yo he estado en una y volví con varios teléfonos de vendedores en los bolsillos y los que no, se fueron de visita cultural a las casas con luces de colores que hay en las carreteras… Vamos que el modelo “Jesús Quesada de Cámera Café” está vivito y coleando. Al margen, era lo mínimo que podían hacer si vemos los dinerales que se tiraban en estos eventos.


Lo del business ni lo menciono, no quiero imaginar la vergüenza que han pasado los pobres viajando en turista y sin ni siquiera comer cacahuetes… Pero que me diga ahora mismo quién cobra ese sueldazo al año porque el mío no llega ni a la mitad…


Y si en lugar de comer jabugo, hubieran puesto los bocadillitos de chopped habríamos salvado a otro pobre “curritus vulgaris” de acabar en la cola del paro.


Sólo se me ocurren dos palabras para resumirlo: ¡MANDA GÜEVOS!

1 comentario:

  1. Me gusta la comparación del Quesada y me alaga ver tu coherencia ya que la de ellos brilla por su ausencia. Siempre me han parecido un despropósito lo de las convenciones. Yo sólo assití a la primera pero era de los que se me revolvía el estómago al ver como si había dinero para despilfarrar con lo que "supuestamente" son los únicos que hacen entrar dinero a esta companía (los demás somos considerados como gasto), y no había dinero para subir dignamente los sueldos....... OLE TUS WEBOX !!!!!!

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