Soy una mujer atípica y, aunque esta definición la iré desarrollando en próximos posts, os adelanto que uno de los rasgos que me define así es que cuando salgo de compras no suelo volver con bolsas de ropa sino con libros, música o cine…
Adoro leer, más bien no definiría la acción como leer sino como devorar libros. Suelo leer de media un libro a la semana pero debo confesar que, a veces, incluso más… y en épocas de insomnio como la que estoy atravesando caen tres.
Mi pasión por la lectura empezó en mi más tierna infancia tal y cómo os expliqué en un post anterior y desde entonces, mi biblioteca particular ha ido creciendo conmigo hasta el punto de encontrar libros por los rincones más insospechados de mi casa.
Voy a pasar unos días fuera con el fin de descansar y ordenar un poco mis ideas. Podría definirlo casi como un viaje místico sino fuera porque me alojaré un hotel en lugar de en un monasterio pero, como soy un “pelín” agnóstica, no me acababa de convencer la idea de volverme Sister Act.
En fin, he empezado a elegir los libros que me acompañaran durante este periplo en solitario (nota: otro rasgo de mujer atípica, pongo antes en mi maleta los libros que la ropa) Ayer, mientras decidía mis lecturas, topé con una colección que tenía prácticamente olvidada… ¡Mis libros de Richard Bach!
Recuerdo el primer libro de Bach que cayó en mis manos, un profesor de EGB que conocía mi amor por la lectura, incomprendido por el resto de mis congéneres que me hacían sentir una paria por ello, me regaló “Juan Salvador Gaviota”. Tengo ese ejemplar tan leído que las letras se han vuelto medio transparentes. Creo que llegó a mi en el momento justo y esa magia fue la que me hizo seguir leyendo tanto.
No sé si sería capaz de deciros cuál es mi libro de Bach favorito pero “El puente hacía el infinito” va a ser uno de los que voy a llevar conmigo en este viaje y os lo recomiendo de corazón. Entre sus páginas encontré algo que me marcó y que desde entonces no he dejado de llevar a cabo…
…No voy a desvelaros el secreto, leed el libro y lo comentamos. Os dejo un adelanto:
“Los problemas son para solucionarlos; la libertad para comprobarla, mientras conservemos la fe en nuestros sueños, nada nos sucederá por simple azar”
Yo sigo soñando… ¿y tú?
Este periplo vacacional del que hablas ¿es aquel que comentaste que vendrías por aquestos lares? Lo digo para irme PREPARANDO !!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPos no... es un periplo más cerca entre jacuzzis y masajes!
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